lunes, 4 de abril de 2011

MAMB, él.


  • Esa milesima de segundo, en la que nuestras miradas se cruzaron y tu me sonreistes, fue el momento en el que descubrí que estaba enamorada. Pense en los momentos que algun dia, tal vez, podríamos compartir. Y desde ese día, esa milesima de segundo, no consigo sacarte de mi cabeza. Cuando te veo, ya no siento un mariposeo en mi estomago, siento un ecosistema entero dentro de mi. Cuando me sonries, ya no me haces feliz durante un rato, me haces feliz durante todo un puto día. Cuando me abrazas y me susurras un te quiero, siento que .. ni idea, es algo que no se puede describir, para entenderlo, debes estar enamorada. No quiero ser perfecta, no quiero ser ni la más guapa ni la mas lista. No quiero tener el pelo más bonito ni la sonrisa más impresionante. No quiero ser rica y tener la mejor ropa del mundo, no quiero poder tener todo lo que alguna vez quise. No quiero ser la mejor. Quiero cometer todos los errores posibles, para caer. Sí, caer. Y que luego vengas tu y me levantes. Me gusta que me quieras con mis defectos, mis problemas y mis rayadas. Pero sinceramente, lo que más me gusta es que me digas: no eres la más perfecta, pero te quiero a ti. No hace falta pensar en muchas cosas para ser feliz o para por lo menos, sonreir. Con ver su sonrisa, me vasta.